Hay que volver a la
lucha para que el estado se haga cargo de garantizar el trabajo para todos
Luego de meses de una intensa lucha los trabajadores de
Rasic se encuentran en un cruce de caminos.
Es que la empresa Ovoprot, a la cual la justicia le otorgó
la explotación -por tiempo limitado- de Cresta Roja mediante un fideicomiso,
planteó con claridad que su “plan” significa dejar a cientos de compañeros en
la calle, conformándolos con la promesa de una incierta “reincorporación” para
dentro de varios meses.
Luego de mostrar las uñas reprimiendo a los trabajadores en
el acampe, la justicia y el gobierno de Macri les abrieron las puertas a estos
personajes, que no tienen ninguna intención de asumir el compromiso de la
continuidad laboral del conjunto de los compañeros de las dos plantas, de las
granjas, molinos e incubadoras.
En realidad lo que pretende Ovoprot es lo mismo que quería
hacer Melenco Rasic: contar con la mitad del personal actual para faenar la
misma cantidad de pollos que se producían en mejor época, a través de un
tremendo aumento en los ritmos de trabajo. ¡O sea, un negocio redondo para la
patronal a costa de la explotación obrera!
Para colmo de males, de acuerdo al fallo de la jueza ni el
estado, ni Rasic, ni los nuevos empresarios se harán cargo de pagar los
salarios y el aguinaldo adeudados. En ese sentido, los representantes de
Ovoprot también fueron claros, respondiendo que “están de paso” sin saber bien
si continuarán o no luego del primera plazo de producción, que va de los 60 a los
90 días.
¡Todos Adentro!
En las últimas dos asambleas, y muy especialmente en la del
día 7 de enero -que contó con la presencia de la patronal- un sector muy grande
de los trabajadores cuestionó estos planes diciendo que -¡O entramos todos o no
entra nadie!- proponiendo que se repartan las horas de trabajo entre el
conjunto para garantizar el funcionamiento de ambas plantas.
Los empresarios no respondieron nada, salvo contestar que
“llevarán esta inquietud a las reuniones el gobierno, tratando de conseguir
mayor cantidad de Repros” ¡Una maniobra para dilatar la situación, apostando a
que la desesperación empuje a los obreros a aceptar cualquier cosa. ¡Los
patrones y el gobierno se jugarán a imponer sus planes mediante una política de
desgaste!
Lamentablemente los delegados de Planta 2, en vez de
responder a la patronal con propuestas alternativas que favorezcan a los
compañeros, solo propusieron “esperar” y “no hacer nada” por miedo a que los
empresarios decidan irse. Por suerte las bases no opinan igual y empezaron a
levantar con fuerza la necesidad del reparto de horas y de empezar a “levantar
la guardia”.
El planteo de los delegados, que desarma a los trabajadores,
va en sintonía con la denuncia que hicieron en contra de los “infiltrados” o la
“izquierda”, una política que conduce al aislamiento, ya que la mayoría de las
fuerzas de izquierda son las que venimos apoyando el conflicto desde siempre e hicimos de todo para que se extienda la
solidaridad y el conocimiento entre toda la población.
Estamos convencidos de que ¡No habrá ninguna salida sin
luchar en serio, exigiéndole al Estado Nacional y Provincial que se haga cargo
de pagar los sueldos y el agüinado e imponerle a Ovoprot el ingreso de todos con
reparto de horas!
Si los empresarios no lo aceptan, el gobierno debe expropiar
Cresta Roja, estatizándola mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, de
manera que cumpla un papel social proveyendo pollos baratos -subsidiados por el
estado- para darle de comer a miles de pibes en los comedores escolares de todo
el país.
Nadie puede quedar afuera y se deben mantener tanto el
convenio como todas las conquistas. Para eso hay que retomar la lucha junto a
todos los trabajadores de la industria avícola y alimenticia, exigiéndole e
imponiéndole un paro y plan de lucha al STIA y a la Federación.
Junto con esto hay que seguir coordinando con los compañeros
del campo, las fuerzas vivas de los pueblos afectados por la paralización de
Cresta Roja y las organizaciones con los cuales organizó la marcha a Plaza de
Mayo. Con todos ellos se debe poner en pie un gran fondo de lucha para cubrir
los salarios de los compañeros más necesitados.
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